Seguir formándose para no quedar desfasado

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Hoy hay pocas cosas que garanticen un acceso seguro al mercado laboral: la necesidad de reinventarse y la volatilidad de las empresas hace que muchos trabajadores se planteen seguir formándose, realizar cursos y ampliar sus conocimientos.

Vivimos un momento en el que el mercado laboral se mueve en la búsqueda de profesionales con talento, proactivos y multidisciplinares. Aquellos que son capaces de demostrar lo que saben, y se hacen notar como expertos sobresalientes, amplían notablemente su atractivo para ser contratados por empresas.

La crisis económica se ha cebado con los trabajadores menos cualificados.  Las personas que no han ampliado sus estudios representan más de la mitad de los desempleados, según datos de la EPA.  Reinventarse y reconvertirse ya no es una opción, es una necesidad.

La necesidad de reinventarse y seguir formándose

Una de las cuestiones que nos preocupa es ser competitivos profesionalmente: la proliferación de másteres o de nuevos cursos son fiel reflejo de esta tendencia.

La constante actualización y profundización de conocimientos en sectores como la medicina o la informática obliga a las personas a mantener un proceso de formación continuo para seguir estando a la vanguardia de las demandas del mercado laboral.

La necesidad de prepararse teórica y técnicamente nos ayudará en nuestra vida laboral: la necesidad de la especialización en un mercado más segmentado nos obliga a crear nuestra propia marca profesional, nuestra carta de presentación laboral, más importante que cualquier currículum.

La formación es la mejor herramienta para los nuevos profesionales  que disfrutan también de mejores condiciones laborales, mayores salarios y puestos de más responsabilidad cuando tienen estudios de posgrado. También mejoran las  condiciones de trabajo y acceden a empleos de más calidad, sin verse afectados por la temporalidad y el subempleo.

La creación de nuestra marca personal

La marca personal se ha convertido en una herramienta fundamental para el desarrollo laboral. Una seña de identidad que muestra qué podemos ofrecer y por qué deberían contratarnos: una carta de presentación cuyo mejor avalista es nuestra experiencia académica y profesional.

El crecimiento como persona también es clave: aprender de las experiencias, de otros puntos de vista, tener contacto con otras realidades, intercambiar opiniones… todo ello aporta conocimientos y, por tanto experiencia. Y nunca tener  miedo al fracaso: todo el mundo ha tenido crisis, incluso las grandes empresas, pero, lo que no te mata, te hace más fuerte y te ayuda a crecer y mejorar.

Toda marca personal necesita trabajo y perseverancia. Es un trabajo continuo que no tiene fin.  Las inquietudes y las ganas de evolucionar y aprender son claves a tener en cuenta en este camino, camino largo y dificultoso pero que al final llega a buen puerto.

La especialización es la clave para el empleo del futuro. Crear productos únicos con un valor añadido, claramente diferenciales y posicionados puede ayudarnos e mejorar nuestro currículum y a subir peldaños en el mercado laboral.