¿Es efectivo reunificar tu deuda?

La hipoteca, el préstamo del coche, la tarjeta de crédito… llegar a fin de mes en ocasiones puede resultar más costoso de lo normal, más aún cuando la situación socioeconómica del país no acompaña. Sin embargo, en los últimos años ha aflorado una solución práctica para afrontar este problema y consiste en reunificar toda tu deuda.

En primer lugar, ¿qué significa llevar a cabo la reunificación de tu deuda? Básicamente consiste en agrupar todos los préstamos -correspondan o no al mismo banco o aunque cuenten con diferentes tipos de interés- en uno solo, que normalmente es hipotecario, al ofrecer intereses más bajos. De esta manera, al integrar todas la cuotas en una sola de un préstamo hipotecario, la cantidad a devolver cada mes es bastante menor por el hecho de alargar el plazo de devolución, por lo que tienes que tener en cuenta que acabarás pagando más intereses y la cantidad a devolver será mayor.

Sin duda, podríamos decir que es una opción interesante para aquellas personas con varios créditos abiertos, que cuenten con uno o varios préstamos de interés alto o, también, que han contratado préstamos personales o créditos rápidos. De hecho, por norma general, este producto financiero es atractivo y útil para dos tipos de familia: por una parte, aquella familia que tiene que hacer frente a una hipoteca y a otros tipos de préstamos de consumo o tarjetas de crédito y prefiere unificar todos estos gastos en una única cuota; y, por otro lado, aquella familia que ha visto que sus ingresos se han ido reduciendo paulatinamente mientras los gastos se mantenían, viéndose en una situación difícil de afrontar.

reunificación de las deudas

Para formalizar la reunificación de la deuda es muy sencillo: cancelas todos los créditos existentes y contratas uno nuevo, equivalente a la cantidad de los préstamos cancelados y con un plazo de devolución más amplio. Si bien es cierto que pagarás menos cada mes, debes ser consciente de que al inicio de este proceso tienes que hacer frente a diferentes gastos como son la tasación de la vivienda, los gastos derivados de cancelar la anterior hipoteca y los otros préstamos activos -si fuera el caso-, la comisión de apertura -varía entre el 1 y el 2% del importe total-, el impuesto de actos jurídicos documentados -0,5% del total- , así como los gastos de gestión y del notario.

En definitiva, según indica el comparador financiero y de préstamos rápidos WannaCash.es, la reunificación de deudas puede ser una solución, pero sólo si se trata de una emergencia y no puedas afrontar la deuda a corto plazo, puesto que unificar créditos, aunque puede aliviarte de tener “el agua al cuello”, a la larga te hará pagar más intereses y comisiones.

¿Qué es y cómo funciona el trading?

Es cierto, el trading se ha puesto de moda en los últimos años. La llegada de la crisis económica ha empujado a mucha gente a intentar hacerse rico en un día y desde el sofá de su casa… o desde la playa. Y es que solamente hace falta un ordenador o smartphone y conexión a Internet. O por lo menos esa es la percepción o leyenda urbana que le precede. Pero ¿qué es el trading? ¿Se puede realmente vivir de ello?

El trading financiero consiste en comprar o vender instrumentos financieros cotizados en bolsa -acciones, empresas, divisas o materias primas- utilizando una plataforma que nos suministra un bróker, y con la intención de obtener ganancias económicas.

 trading

Entonces, ¿tú puedes hacer trading? Hace algunos años, el trading era algo exclusivo de las élites, de personas influyentes y con poder adquisitivo. Sin embargo, con la llegada de Internet y las nuevas tecnologías, todo aquel con un dispositivo con conexión puede hacerlo ya sea desde su casa, de vacaciones, y en cualquier momento del día. Lejos quedan ya los tiempos en los que el trader se tenía que acercar de propio hasta la oficina del banco para dar la orden.

Por otro lado, si bien es cierto que el trading siempre se ha caracterizado por ser una actividad o inversión a corto plazo (minutos -intradía-, días o semanas), también se puede operar a medio y largo plazo, es decir, comprando o vendiendo valores en un intervalo temporal grande (meses e incluso años).

En resumidas cuentas, únicamente se necesitan cuatro requisitos para ser trader: un ordenador con conexión a Internet (portátil o de sobremesa) o smartphone; contratar un bróker que actúe de intermediario entre el comprador y el vendedor y el cual facilita la plataforma donde realizar las operaciones en tiempo real; disponer de capital no destinado a productos de primera necesidad; y tener cierto conocimiento del mundo bursátil en general y del trading en particular.

¿Es tentador? Por supuesto, como cualquier otra plataforma que puede hacerte ganar dinero en unos minutos. Sin embargo, el comparador financiero y de préstamos online WannaCash.es recomienda actuar con cautela, prudencia y responsabilidad. No te vas a convertir en trader de la noche a la mañana y, como cualquier otra disciplina, antes necesitas formarte y entender su funcionamiento; y ello requiere tiempo, esfuerzo y mucha dedicación. Solo de esta manera podrás elaborar una estrategia fundamentada y reducir riesgos a corto, medio o largo plazo.