Agosto, olas de calor y el consecuente aumento de las temperaturas. Sí, entramos en el mes más caluroso del año y con él llega el remedio más común: el aire acondicionado. Por ello, el comparador financiero y de créditos online WannaCash.es nos ayuda a usar adecuadamente este aparato para no disparar el gasto eléctrico y evitar llevarte una sorpresa desagradable en el mes de octubre.
El dato es clarividente: se calcula que en agosto el consumo aumenta 7 Kwh respecto a otros meses, lo que se traduce en un gasto adicional de más de 30€ al mes. Y por si fuera poco, el gasto adicional en aparatos antiguos durante una ola de calor podría ascender a 12€ diarios. Por eso, el objetivo es mantener una temperatura agradable en el hogar, a la vez que se reduce el consumo eléctrico. Para ello tan solo tienes que seguir las recomendaciones que te detallamos a continuación. El medio ambiente y tu bolsillo lo agradecerán.
– Mantén una temperatura adecuada. La mayoría de la gente piensa que poner el aire acondicionado a 19 grados es la mejor opción para mantener el frío en el hogar. Sin embargo, expertos, fabricantes y empresas eléctricas coinciden en que es un error y señalan que por cada grado que bajemos el aire acondicionado, subirá alrededor de un 8% el consumo eléctrico. Por ello, lo ideal es mantener el aparato entre los 21º y los 26º. De hecho, el Ministerio de Industria indica que la temperatura ideal a la que deberíamos fijar el aire acondicionado es a 24º.
– Si todavía no tienes un aparato de aire acondicionado instalado en casa, o tienes uno antiguo y estás pensando en adquirir uno, presta mucha atención a la etiqueta energética. Porque aunque pueda suponer un desembolso inicial más grande, decantarte por un aire acondicionado con certificación A+++ te hará ahorrar a medio y largo plazo, ya que son capaces de disminuir la temperatura consumiendo muy poca energía.
– La limpieza y mantenimiento del aire acondicionado, aunque no lo parezca, puede influir notoriamente en tu factura. Saca los filtros y límpialos una vez a la semana, por si se acumula grasa. En caso contrario, un filtro sucio puede provocar una subida en la factura de hasta un 20% por la pérdida de eficacia del climatizador.
– No lo dejes encendido toda la noche. Reseca demasiado el ambiente y, si lo tienes encima y la corriente de aire te da directamente, puede provocar contracturas y entumecimiento muscular. Además, una vez dormido, nuestro metabolismo basal desciende y se adapta bien a temperaturas cercanas a los 26º y, por lo tanto, te recomendamos refrescar la habitación media hora antes de echarte a dormir o programarlo en cuanto te eches a la cama de tal manera que se apague 30 minutos o 1 hora después, evitando así tenerlo encendido toda la noche.
– Ventila la casa en las horas más frescas y cierra las ventanas en las horas centrales. Puede parecer una obviedad, pero muchas veces dejamos entrar luz por la ventana o por la persiana, haciendo subir la temperatura general de nuestra casa. Por contra, cuando llegue la noche -siempre que refresque- o a primera hora de la mañana, te animamos a ventilar y abrir todas las ventanas para conseguir corrientes de aire frescas que ventilen nuestro hogar.