Agendas personalizadas: la mejor planificación anual

<h1> Agendas Personalizadas </h1>

Si hay un elemento que año tras año nos acompaña en nuestra rutina diaria, siéndonos de enorme utilidad en muchísimos aspectos (y evitando que olvidemos gran parte de nuestros quehaceres) es la agenda. Un método que ya es considerado “clásico” pero al que todavía no ha ganado la batalla la inserción digital, ya que continúa siendo totalmente efectivo a la hora de saber en cada momento qué tenemos planeado y qué nos queda pendiente. Las agendas son un elemento constante y muy útil en nuestra vida privada, aunque es cierto que el ámbito en el que más brillan y donde ganan su mayor importancia es en el laboral. Tener planificadas las entregas de proyectos, los eventos y las reuniones supone un valor diferencial a la hora de desempeñar correctamente nuestro puesto de trabajo.

A pesar de que justo acabamos de empezar en verano, lo cierto es que ahora es el momento idóneo para empezar a plantearnos qué agendas utilizaremos el año que viene, sobre todo en el caso de las empresas que buscan nuevas maneras de acercarse al público o, incluso, que pretenden abordar nuevos métodos de afianzar la marca entre sus trabajadores. En estos casos, las agendas personalizadas son una excelente opción para lograr estos objetivos; por esta razón, ésta es la época perfecta para planear su impresión y valorar diversas opciones de diseño, para que respondan lo máximo posible a nuestras ideas.

A nivel corporativo, las agendas personalizadas son una herramienta fabulosa por muchos motivos. Gracias a tener una función propia, es posible mantener la marca visible sin resultar invasivo o “publicitario”, puesto que uso diario tiene una finalidad práctica. Tal y como se ha mencionado más arriba, aunque haya personas que se han pasado a métodos digitales para planear su jornada, lo cierto es que la inmensa mayoría aún prefiere un soporte de papel donde poder anotar cualquier apunte necesario. Por esa razón, este objeto de papelería es un regalo perfecto tanto a nivel de oficina como de comunicación de empresa, con una gran durabilidad que hará que nuestra marca esté presente a diario en las vidas de sus receptores.

También tenemos que tener en cuenta que, por norma general, las agendas no son un elemento estático, sino que son llevadas consigo por sus propietarios en el bolso o en la cartera. Que una persona escriba en nuestra agenda personalizada en un lugar público o en compañía de otra gente nos garantiza que el logotipo de nuestra marca se haga público y que se extienda, y además de forma continuada y no invasiva; la marca se quedará en la mente de quienes la vean sin darse apenas cuenta. Sutil y práctico al mismo tiempo.

La versatilidad del producto también nos permite considerar diversas opciones para personalizarla antes de pasar a la impresión. Por ejemplo, la inserción del logotipo puede estar sometida a diferentes tamaños y colores, según sean nuestros gustos o según la dirección de la identidad corporativa de la empresa. Las características que podemos elegir no terminan ahí: según consideremos conveniente, podemos optar por unas dimensiones mayores o más reducidas de la cuartilla, así como por una cubierta dura o blanda, o si preferimos que el plastificado tenga un efecto mate o brillo.

La personalización también pasará por otros detalles, como el tipo de papel, la tinta que se empleará en el interior de cada ejemplar o si el planificador será diario o semanal. Una vez tengamos claro el formato y las características finales de las agendas, tan sólo tendremos que definir la cantidad de copias a imprimir que consideremos más adecuada y podremos disponer de este elemento sumamente práctico y que acompañará a sus receptores durante otro largo año.