Obsequiar flores

Las flores, como ofrenda, son un presente tan arcaico como vigente. En torno a la actividad de regalar flores, hay un universo alegórico que sólo algunos reconocemos: dar flores con el tallo hacia el cielo es señal de deslealtad; en otro orden de cosas, regalar un ramo con el lazo las liga a la derecha señala que las emociones a expresar corresponden al regalado y al contrario.

Antes de obtener flores, es aconsejable que analicemos de una manera no exageradamente clara, cuáles son los intereses íntimos del destinatario. Igualmente, cada flor goza, en todo caso, una simbología: por ejemplo, una amalgama de rosas rojas y gualdas indica buen humor, un no-me-olvides apego sincero una orquídea, belleza y una petunia morada, cansancio.

Ramo campestre-estructura y flores by ARTESANIAFLORAE

A la hora de comprar flores, es mejor hacerse ramos no muy grandes, cuyas flores todavía no hayan florecido completamente; por otro lado, una solitaria flor es suficiente para contar cariño a una persona querida. Si los ramilletes están integrados por una única clase, es deseable que la cantidad de flores que tenga sea non.

En otro orden de cosas, las flores no sólo se dan arrancadas, también tiene mucha originalidad obtener una maceta que contenga un vegetal bonita con la que ornamentar la morada del receptor.

Si queremos ofrecer flores a un varón, podemos hacerlo. Aunque, conviene eludir las flores que sean en exceso delicadas o posean colores pastel: los tonos vivos combinan mucho mejor.

Para finalizar, una alternativa imaginativa, para los aficionados de los fogones, es regalarles flores comestibles con las que tengan la opción de embellecer sus producciones gastronómicas.

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